El pueblo ante las puertas de un nuevo año
Hacia el final de 2024, una política que apunta a destruir cualquier vestigio de solidaridad social y soberanía expresadas en políticas de Estado muestra a funcionarios que se jactan de su crueldad al tiempo que favorecen a los poderosos. La libertad solo es para estos.
Asimismo, es significativo que las únicas ramas de la economía que han crecido son la intermediación financiera, la explotación de minas y canteras y la actividad agraria. Es el país proyectado por el presidente: abandonar todo rastro industrialista, romper con la ilusión de la década de oro del peronismo y ¡Volver a 1910!
Esta nueva versión del neoliberalismo apunta al desguace del Estado, el freno en seco a la obra pública, el desmantelamiento de desarrollos tecnológicos (el reactor nuclear CAREM es un ejemplo), de políticas de protección social, de derechos humanos, de financiamiento de la educación pública y de la ciencia junto al despido masivo de empleados y empleadas estatales y la negación a distribuir alimentos retenidos (como indica la Justicia) El combo se completa con los disparatados datos estadísticos que inventan un infierno al que no íbamos y un paraíso en el que no estamos.
La frutilla del postre es el insulto diario a quienes no acuerdan, la represión para quienes expresan ese desacuerdo en las calles, la incitación y justificación de la violencia política y la negación del status de humanidad para cualquiera que cuestione las decisiones gubernamentales.
En el terreno internacional, las decisiones tomadas por el gobierno expresadas en los rimbombantes apoyos del presidente, han puesto en peligro a la población argentina al incorporarla a conflictos en los que meses atrás no estaban en nuestro horizonte, rompiendo con la tradición diplomática de neutralidad y luciendo vergonzantes idas y venidas con potencias mundiales.
Frente a esto se hace necesaria la unidad de las organizaciones libres del pueblo que confluya en la defensa de los intereses del pueblo, con una presencia más clara de las centrales sindicales, principalmente la CGT -la más poderosa, que contiene a los y las trabajadoras de las ramas industriales tan golpeadas por el ajuste- y una oposición política, centralmente del peronismo que tiene en su concepción a la justicia social, objetivo declarado como “aberrante” por el gobierno y efectivizado en sus políticas.
Mientras esto no ocurre, centenares de organizaciones trabajamos en fortalecernos, en contener a las familias de las barriadas, en encontrar respuestas a los desafíos que plantean las nuevas formas de explotación, en poner en común los problemas que parecen individuales o ajenos.
Ya se ha visto que el gobierno pretende reducir toda política al cierre de las cuentas, así como lucir fantasiosos éxitos; y con ese verso habilitar la explotación, la fuga de capitales, la venta de la patria y la renuncia a la defensa de los territorios en disputa.
Lo han intentado una y otra vez. Y una y otra vez han comprobado aquella verdad ardiente de Evita: “no hay fuerza capaz de doblegar a un pueblo que tiene conciencia de sus derechos”.
Feliz 2025
MESA FEDERAL DEL PERONISMO 26 DE JULIO